Fachada del parque el cual ha permanecido cerrado desde Marzo cuando empezó la pandemia. Credit: Pete Rosos

El 2 de septiembre, Children’s Fairyland celebrará 70 años entreteniendo a padres y niños dentro de sus jardines mágicos, pero para el parque localizado cerca de Lake Merritt, esta fecha será festejada muy diferente a como hubiera sido sino por la pandemia.

Fairyland cerró el 13 de marzo, dos días antes de que entrara en vigencia la orden de quedarse en casa del condado de Alameda. En ese momento, al carecer de reservas financieras, el parque tuvo que despedir a sus 56 empleados.

Kymberly Miller, directora ejecutiva de Fairyland, trabajó incansablemente para garantizar que los empleados pudieran regresar a fines de abril, incluyendo dos horticultores que mantienen el jardín que tiene más de 70 años. Parte del equipo también ayuda a cuidar a los 15 animales de Fairyland, incluyendo caballos miniatura y cabras. Miller pudo obtener un préstamo para pequeñas empresas para Fairyland a través de la ley federal CARES, un programa de asistencia para empresas afectadas por la pandemia. Otras instituciones locales como el zoológico de Oakland y la Sinfónica de Oakland se han beneficiado de préstamos de ayuda similares.

Miller dijo que es importante apoyar a Fairyland porque es más que un simple parque de atracciones. “Fairyland es mucho más complejo de lo que la gente piensa. Es un lugar para niños y sus familias. Pero para Oakland, también es un lugar fundamental, y de aprendizaje.”

Pero al igual que con el zoológico y la Sinfónica, el préstamo que Fairyland recibió se ha agotado y el parque nuevamente enfrenta dificultades financieras.

COMO AYUDAR A FAIRYLAND

A través de este enlace en inglés puede hacer su donación para ayudar al parque.

Se suponía que el parque volvería a abrir a mediados de julio, pero un aumento en los casos de COVID-19 en todo el estado ha obligado a los condados a suspender sus planes de reapertura. En las últimas dos semanas, California ha visto más de 93,000 casos nuevos. El 29 de junio, la Agencia de Servicios de Salud del condado de Alameda implementó una pausa en la primera fase del plan de reapertura de la región que habría permitido a Fairyland abrir sus puertas.

Desde marzo, Fairyland ha perdido más de $1 millón de dólares en ingresos. El presupuesto operativo anual de Fairyland ronda alrededor de los $ 3.2 millones de dólares. Solo el cuidado de los animales le cuesta al parque aproximadamente $ 20,000 por mes.

Debido a los protocolos de seguridad que el parque debe seguir, muchas de las áreas que los padres y los niños disfrutan normalmente estarán cerradas o fuera de límites una vez que el estado y el condado permitan que Fairyland vuelva a abrir. Esto incluye el espectáculo de marionetas y los juegos alrededor del parque.

El famoso zapato a la entrada del parque Children’s Fairyland. July 6, 2020. Credit: Pete Rosos

Miller ha estado trabajando para agregar mejoras y medidas de seguridad en todo el parque. En condiciones normales, Children’s Fairyland tiene una capacidad de 2,500 personas. Una vez que las instalaciones reabran, ese número se limitará a 700 personas dependiendo el horario. Para dividir el número de visitantes y evitar la propagación de gérmenes, el parque tendrá dos turnos: de 10 a.m. a 1 p.m. y las 2 p.m. a las 5 p.m. Durante la hora en que el parque estará cerrado, el personal desinfectara las superficies y los empleados trabajaran diferentes turnos. También se han instalado áreas donde los visitantes encontrarán desinfectante líquido a través de todo el parque y solo una familia a la vez podrá ingresar a los baños. También se han dibujado círculos de “burbujas sociales” en las áreas verdes del parque, similar a lo que se hizo en el parque Dolores en la ciudad de San Francisco para ayudar a las personas a mantener una distancia segura.

Algunas áreas estarán fuera de límites. La tienda en el interior del parque será reemplazada por un área de venta al aire libre. El túnel de Fairy Music Farm permanecerá cerrado, y no se permitirá deslizarse por el conocido Jack and Jill Hill en trineos de cartón.

“No queremos cambiar tanto debido a la pandemia de que no somos quienes éramos,” dijo Miller sobre los cambios notables, pero el parque seguirá las pautas de salud pública de los funcionarios médicos del condado y del estado para determinar cuándo es seguro reabrir los juegos y las obras de marionetas y de música. 

Miller dijo que las pautas no siempre han sido comunicadas claramente por los funcionarios del gobierno a las instituciones culturales, por lo que para reducir cualquier posible confusión, Children’s Fairyland se ha asociado con el zoológico de Oakland, el Chabot Space and Science Center y el Museo de Oakland para ayudarse mutuamente a cómo navegar la pandemia y poder reabrir sus puertas de manera segura.

“Algunas personas nos llaman los cuatro grandes,” dijo Miller. “Nos pusimos de acuerdo antes de la pandemia cuando empezaron a dar avances de lo que estaba sucediendo.” Los miembros de las cuatro organizaciones se reúnen semanalmente para discutir los planes de los funcionarios de salud pública. “Ese tipo de colaboración, de apoyo para los líderes de organizaciones locales en una ciudad compleja como Oakland, ha sido invaluable.”

Los nuevos protocolos de seguridad no son los únicos cambios que llegan a Fairyland. Desde que el parque cerró, también se implementaron otras mejoras, como reemplazar las antiguas fuentes de agua por estaciones para llenar botellas de agua.

Directora ejecutiva de Children’s Fairyland Kymberly Miller. Credit: Pete Rosos

Asegurarse de que los niños de todas las razas se vean representados en el parque

Otro proyecto en el que Miller ha estado trabajando desde antes de la pandemia es encontrar formas de diversificar Fairyland. Ella quiere que el parque sea un lugar donde los niños de todas las razas y nivel socioeconómico se sientan bienvenidos.

“Estábamos comenzando un proceso de planificación estratégica con equidad al frente porque la gente no se da cuenta de cuánto mas podria hacer Fairyland,” dijo Miller. “Son dos frentes: accesibilidad y representación. Puede haber algunas personas en Oakland que sientan que Fairyland no es para ellos. Queremos cambiar eso porque Fairyland es para todos.”

Sobre el tema de accesibilidad, Miller dijo que se debe presentar más información sobre Fairyland en otros idiomas además del inglés. El parque se asociará con otras organizaciones locales para difundir información sobre sus servicios y programación. Todos los materiales escritos para la reapertura se proporcionarán en inglés, español, árabe, vietnamita y mandarín.

Miller quiere asegurarse de que los niños de todas partes se vean en el parque y en sus historias. “La mayoría de las historias representadas en este parque son cuentos del norte de Europa,” dijo. “¿Cómo nos volvemos flexibles para representar a nuestros residentes? No deshacernos de esos cuentos, sino mezclarlos con los cuentos de los residentes de Oakland que representan su herencia y diversidad.”

Miller también dijo que el espectáculo de títeres del parque será renovado. Hay un comité de bibliotecarios de Oakland que han estado ayudando a diversificar el contenido del programa, que es el favorito de muchas familias que visitan el parque.

Las tarifas de entrada también se reducirán temporalmente, aunque el nuevo precio aún no se ha decidido.

El parque ya ha reabierto parcialmente para su campamento de verano, al que los niños pueden asistir hasta por tres semanas a la vez, según las pautas establecidas por funcionarios de salud pública.

Aunque Miller y su personal están encantados de volver a ver a niños disfrutar de las ocho hectáreas del parque, ella dijo que desde el punto de vista financiero, no es suficiente. Fairyland, dijo Miller, necesita apoyo de la comunidad.

“Con suerte, tendremos suficiente dinero para ayudarnos a superar la pandemia,” dijo Miller. “Queremos asegurarnos de que la comunidad sepa que estamos ayuda. Queremos ser parte del estándar más alto en seguridad.”

Azucena Rasilla headshot

Azucena Rasilla is a bilingual journalist from East Oakland reporting in Spanish and in English, and a longtime reporter on Oakland arts, culture and community. As an independent local journalist, she has reported for KQED Arts, The Bold Italic, Zora and The San Francisco Chronicle. She was a writer and social media editor for the East Bay Express, helping readers navigate Oakland’s rich artistic and creative landscapes through a wide range of innovative digital approaches.